DOMINGO DE RAMOS

Por Antonio García Rubio

person holding clear glass bottle with half-filled water and green leafed plant
Foto por Wyron A en Unsplash

DAS UN PRIMER PASO AFECTIVO

En el domingo de Ramos, todo comienza con un tiempo preciso de exaltación ante el poder magnético de Jesús, el humilde, el que viene montado en un borriquito. Habla de lo fácil que es la emoción religiosa, el seguimiento primario que nace de modo sentimental, el calorcito acurrucado en una renovada oración, la participación en un grupito estufa amable, o ese ratito silencioso y sosegado el domingo en la iglesia. Habla de lo fácil que es poner en entredicho una oración así, sin apostillar que tras esta sensibilidad, al discípulo le viene, como a Cristo, la pasión, la crucifixión, la muerte en la soledad sangrante y asfixiante. No se puede negar que muchas veces ese modo amable es el primer paso, la primera vía de acceso a la fe, el primer regalito, primer bombón del amor que atrae a los hijos dispersos, la primera música suave y gratificante que suena de pronto en el alma, tras haber entrado o permanecido en una sequedad incontrolable y asfixiante. Algo así fue aquel domingo primero de Ramos, exultante y feliz, para el pueblo sencillo de Jerusalén. Marcos 11: «Los que iban delante y los que le seguían, gritaban:¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor!».

 
TE ILUMINAS ADENTRÁNDOTE EN ÉL

Si te adentras en los secretos del Misterio de Cristo, empiezas a adentrarte en infinitas galerías de encuentro, admiración, diálogos internos y comunitarios, búsquedas apasionadas, sentimientos encontrados, o tomas novedosas de conciencia. Te aparecen lugares nuevos, palabras significativas, gestos elocuentes, luces antes inapreciables, estados de conciencia que van socavando tus seguridades, tus meros sentimentalismos. La emoción religiosa, se va transformando en una Palabra que da vida, para pide nuestra acción nuestro pequeño o gran compromiso. Isaías 50: «Mi Señor me ha dado una lengua de iniciado, para saber decir al abatido una palabra de aliento. Cada mañana me espabila el oído, para que escuche como los iniciados». De emotivo, te vas transformando, mediante la escucha, la atención, el estudio de la Palabra, los encuentros orantes y el servicio a los pobres, en un iniciado en los misterios de la fe y la evangelización. El domingo de Ramos se hace hondo. Ya no eres sólo espectador emocionado. La iluminación de la vida por la gracia del encuentro con Jesús, con los hermanos y con aquellos a los que Jesús te refiere, te reorienta, convierte y transforma tu mirada y el ambiente de tu condición de bautizado. Ya nada será igual.

 
RENACES SABIÉNDOTE ACOGIDO

Tú eres el primero en experimentar un nuevo modo de estar con Él. Él te convierte en amigo y discípulo. Te hace sentir y saber acogido. Y te permite ver cómo el Padre Dios acoge, muestra su rostro, su auxilio, sus gestos de liberación. En Jesús se te muestra el rostro ensangrentado de Dios por amor a los pobres, a los desahuciados, a los enfermos que agonizan o sufren de modo indecible, a cuantos buscan una verdad que les conmocione y emocione. Y ahí, en la alabanza comunitaria, eclesial, formando parte de un pueblo lavado en la sangre del Cordero, sintiéndote parte de un pueblo que alaba y pone su vida a riesgo de amar, renaces. Salmo 21: «Fieles del Señor, alabadlo. Porque no ha sentido desprecio ni repugnancia hacia el pobre desgraciado; no le ha escondido su rostro: cuando pidió auxilio le escuchó».

 
MIRAS AL AMADO EN COMUNIÓN

Y ahora sí, como bautizado, miras a Cristo cara a cara, buscas su rostro, buscas con descaro la presencia del Amor, del Amado. Y lo encuentras clavado en la cruz, escarnecido, despojado de todo poder y seguridad, esclavizado, como un malhechor en una lista interminable de injustamente condenados y olvidados de la historia. Cuánto dolor acumulado y secreto en la humanidad, y ahora visualizado por ti en Cristo Jesús, el Dios Crucificado, el hombre destronado. Filipenses 2: «Cristo, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios; al contrario, se despojó de su rango y tomó la condición de esclavo, pasando por uno de tantos». Domingo de Ramos que te adentra en la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor. Aprovecha este domingo, esta semana para estar con Él y aprender a vivir por lo que Él vivió, por lo que Él murió. Da un paso adelante. Deja la mera emoción y el calorcito del espectador. Adéntrate en la comprensión, la iluminación y el seguimiento comunitario y en comunión.

 
ACABAS ENVUELTO EN EL PERFUME DE SU AMISTAD Y LA DE TUS HERMANOS

Y ahora sí, al final, aprende algo esencial del que camina junto a Cristo. Siempre te encontrarás envuelto en el perfume de su amistad, siempre tendrás un amigo que nunca te fallará, siempre estarás rodeado de hermanos maravillosos que te ayudarán a llevar tu cruz, siempre te envolverán palabras de vida, siempre, alguien te acariciará con ternura, mientras entregas tu vida, por amor a Jesús, a tus hermanos, perdidos, enfermos y pobres; y experimentarás tu vida protegida, cuidada, amada, perfumada con el perfume del amor, que no libra del dolor, pero sí envuelve la existencia en luz y en misericordia. Marcos 14: «Estando él en Betania, en casa de Simón el leproso, recostado a la mesa, vino una mujer que traía un frasco de alabastro con perfume puro de nardo, de mucho precio; quebró el frasco y lo derramó sobre su cabeza».

 
  
 

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