VIDA NUEVA (8/09/2021) – ÁNGEL ALBERTO MORILLO
El cardenal Mario Grech, secretario general del Sínodo de Obispos, ha inaugurado el primer día del seminario internacional ‘La renovación eclesial en clave sinodal y ministerial’, organizado por el grupo iberoamericano de teólogos del Boston College, junto al Episcopado venezolano, el Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam) y a la Confederación Latinoamericana de Religiosos (CLAR).
Para el purpurado en este proceso sinodal que se iniciará en octubre de este año “lo que más importa, es la voluntad de escuchar al Pueblo de Dios”, por tanto tendrán en cuenta todas las contribuciones.
“Espero la maduración de un verdadero camino sinodal que, incluso en la consulta, pueda manifestarse como un caminar de todos, cada uno con su propio don para compartir con otros”, añadió.
De hecho “si todos participan en la consulta en las Iglesias particulares, compartiendo la experiencia de escucharse unos a otros, no solo se habrá consultado a todo el Pueblo de Dios, sino que todos habrán aprendido unos de otros y las aportaciones que vendrán de las Iglesias locales”.
Escuchar al Pueblo de Dios
El cardenal admitió que en el pasado, incluso los sínodos, han sufrido este enfoque: ‘los lineamenta’, en los que había poca participación de los bautizados, en cambio “la intención del documento preparatorio para el próximo Sínodo, será a fijar la cuestión para que el Pueblo de Dios se exprese verdaderamente y esté dispuesto a escuchar lo que el Espíritu dice a la Iglesia”.
En ello está la clave: “El redescubrimiento del Pueblo de Dios como sujeto activo en la vida y misión de la Iglesia, propuesto por el Vaticano II, que va acompañado por el redescubrimiento, a través del propio concilio, de la dimensión pneumatológica de la Iglesia”.
Por ende “escuchar al Pueblo de Dios es escuchar verdaderamente lo que el Espíritu le dice a la Iglesia. La opción de consultar al Pueblo de Dios depende de este redescubrimiento: si no estuviéramos seguros de que el Espíritu habla a la Iglesia, la consulta se reduciría a una encuesta”.
La Iglesia existe, porque el pueblo existe
En cuanto a la participación que se dará en el venidero Sínodo sobre sinodalidad entiende que cada quien buscará resaltar las peculiaridades de su carisma, incluso esto es posible “en razón del derecho a hacer la contribución a partir de una función específica”.
Sin embargo, no se puede separar de esta consulta al Pueblo de Dios en su totalidad, puesto que significaría empobrecer las respuestas: la de una orden, una asociación, un movimiento, porque “carecerá de un contexto eclesial amplio, reduciéndose a la propia experiencia”.
“No hay duda de que es el Pueblo de Dios. Nadie está excluido. La fórmula lingüística que expresa bien este tema es la de universitas fidelium, la totalidad de los bautizados”, ha explicado.
Asimismo ha señalado que “este pueblo no es algo inarticulado, una masa informe, sino que existe en y desde las Iglesias particulares”, por tanto “la Iglesia existe porque este pueblo existe. No hay Iglesia fuera de este principio”.