LA FELICIDAD ANTE EL AÑO NUEVO

Por Antonio García Rubio

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Querido amigo.

Lo del año nuevo está lleno de sentido, pues una cosa son los manejos que hacen los poderes comerciales de nuestra sociedad y cultura, con sus distracciones y manipulaciones, que ahí están; y otra cosa diferente, auténtica, profunda, y que te afecta positivamente, es que el año nuevo se convierte en una llamada a renovar tu interior, tu corazón y tu mente, y a sanar tus relaciones humanas, estancadas en injusticias y divisiones; y te invita a la participación y al encuentro mutuo, a la alegría de vivir y a reiniciarte en lo que importa; te espabila para volver a lo esencial, a lo fraterno y a lo contemplativo, a lo bueno y lo sano, a lo que te da vida y te reconcilia; te empuja a volver a la senda de la amistad, de la confianza, y a la del compromiso con los que no pueden o los que están empobrecidos o violentados; y te despierta ante el hecho de saberte buscado y amado por Él.

El año nuevo también te propicia la posibilidad de un renacer, de ‘volver a nacer’, o de darte una nueva oportunidad. El 1 de enero de 2024, es tu día. Piénsalo, acógelo como tal, y aprovéchalo. Estás necesitado y deseoso de cambiar en tantas cosas… Sé valiente. Ten ánimo. Vive la familia.

Y si te sientes enfermo, herido o muy cargado por lo caduco, por el pasado, u oprimido por el presente, levántate, aunque sea con esfuerzo y con poco aliento, y abre esa jaula en la que te has acomodado a malvivir. ¡Ábrela! Y ponte a hacer prácticas de vuelo. Busca compañía. ¡Vamos! Vive, cree, vuela, confía.

Recrea tu corazón con el gozo soñado de vivir en unidad, en una vida en Comunión.

«El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres».

Y lo ha estado contigo, pues te mantiene con vida y con un cierto caudal de esperanza. Emprende, con los que te rodean, de nuevo, la gran aventura de amor, de paz y de bien, de la humanidad.

Y ten un sereno, sabio y ¡Feliz Año Nuevo!