LEÓN XIV: «LA COMUNIÓN NO ES UNA CONQUISTA PACÍFICA»

  • El Papa agustino preside por primera vez la solemnidad de san Pedro y san Pablo con una llamada a la unidad en la diversidad
  • El Pontífice alerta del “riesgo de caer en la rutina, en el ritualismo, en esquemas pastorales que se repiten sin renovarse y sin captar los desafíos del presente”
León XIV, en la festividad de san Pedro y san Pablo

León XIV ha presidido esta mañana por primera vez la eucaristía con motivo de la solemnidad de san Pedro y san Pablo, en honor a los dos apóstoles, que coincide  con la Jornada Mundial de caridad con el Papa, en la que todo lo recaudado en la colecta se destina al llamado Óbolo de San Pedro. Además, entregó el palio a los nuevos arzobispos metropolitanos nombrados en el último año.

Desde el Baldaquino de la basílica epicentro del catolicismo, el Pontífice agustino presentó a Pedro y Pablo como “pilares de la Iglesia”. Pero, sobre todo, los definió como referentes hoy para “la comunión eclesial” y “la vitalidad de la fe”. Con este punto de partida, lanzó un encargo en su homilía a cuantos le escuchaban en el templo: “Comprometámonos a hacer de nuestras diversidades un taller de unidad y comunión, de fraternidad y reconciliación”.

Caminos diferentes

“Esta comunión en la única confesión de la fe no es una conquista pacífica”, comentó el Obispo de Roma, dejando entrever que no faltan los “conflictos” al afrontar “el apostolado de manera diversa”. De hecho, destacó cómo “nuestros patronos han recorrido caminos diferentes, han tenido ideas diferentes, a veces se enfrentaron y discutieron con franqueza evangélica”. “Queridos hermanos, la historia de Pedro y Pablo nos enseña que la comunión a la que el Señor nos llama es una armonía de voces y rostros, no anula la libertad de cada uno”, expuso el papa Robert Prevost.

Pero por encima de ese aparente disenso, León XIV puso la mirada en lo que presentó como “concordia apostolorum”, es decir, “una viva comunión en el Espíritu, una fecunda sintonía en la diversidad”.

Carismas, dones y ministerios

Para el actual Papa, la comunión “nace del impulso del Espíritu, une las diversidades y crea puentes de unidad en la variedad de los carismas, de los dones y de los ministerios”. “Es importante aprender a vivir la comunión de ese modo, como unidad en la diversidad, para que la variedad de los dones, articulada en la confesión de la única fe, contribuya al anuncio del Evangelio”, dijo de viva voz durante la homilía como la fraternidad como referente.

Un sacerdote, durante la misa en la basílica de San Pedro
Un sacerdote, durante la misa en la basílica de San Pedro

Junto a esta llamada a la unidad, León XIV alertó a los católicos del “riesgo de caer en la rutina, en el ritualismo, en esquemas pastorales que se repiten sin renovarse y sin captar los desafíos del presente”. En este sentido, Pedro y Pablo se erigen como apostólicos capaces de “abrirse a los cambios”, invitando a los cristianos de hoy a “dejarnos interrogar por los acontecimientos, los encuentros y las situaciones concretas de las comunidades, de buscar caminos nuevos para la evangelización partiendo de los problemas y las preguntas planteados por los hermanos y hermanas en la fe”.

¿Quién es Cristo?

Esta apuesta por el dinamismo y la vitalidad le llevó a echar mano del papa Francisco para sumarse a su preocupación sobre el hecho de que “nuestro ser cristiano se reduzca a una herencia del pasado”. “Es importante salir del peligro de una fe cansada y estática, para preguntarnos: ¿quién es hoy para nosotros Jesucristo? ¿Qué lugar ocupa en nuestra vida y en la acción de la Iglesia? ¿Cómo podemos testimoniar esta esperanza en la vida cotidiana y anunciarla a aquellos con quienes nos encontramos?”, expuso justo después León XIV.

En la homilía, el Pontífice también tuvo una palabra para los miembros del Sínodo de la Iglesia greco-católica ucraniana con un deseo: “Que el Señor le conceda la paz a su pueblo”.