Las Vigilias por la Comunión

«Os ruego, pues, hermanos, por el Nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer» (1Cor 1,10-11).

«Que cada uno ponga al servicio de los demás el don que recibió, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios.  El que predica, que lo haga conforme a la «Palabra de Dios…» (1Pe 4, 10-11).

 

El objetivo de las vigilias es que, como Iglesia, en comunidad, silencio y oración, se pueda recibir la Palabra y el aliento del Espíritu que, en su diversidad de dones y talentos, nos empuja a realizar la misión única a la que estamos convocados: el Reino de Dios y su justicia.

Una oración que impregne el alma, contagie el anhelo y la pasión por la Comunión y avive  la estima, riqueza y belleza de la diversidad reconciliada de carismas que el Espíritu Santo suscita en la iglesia particular de Madrid.  Y hacerlo desde sensibilidades diferentes para visibilizar todos juntos la belleza de lo que nos une como Iglesia, desde la belleza distinta que veo en el otro.

Pretenden ser un espacio orante que “fomente  la comunión y manifieste  la riqueza de dones y carismas que el Espíritu suscita en la Iglesia particular de Madrid”  (D. Carlos Osoro. Folleto Año 3º del PDE: Informe Resumen de las propuestas pastorales diocesanas. Propuesta 15, Línea de Acción 21 y Conclusión 10).

Pretenden, humildemente, promover la Espiritualidad de la Comunión, remover las cenizas que cubren el rescoldo de lo que nos une y, despertar a esta realidad de comunión que Somos Todos desde la consagración bautismal y que nunca podemos dar por supuesto que ya se viva entre todos.

 

¿Te sientes llamado a ser artesano de la comunión y buscarla desde los problemas del mundo?

¿Qué trascendencia creemos que tiene realmente la Comunión en nuestra vida y nuestra iglesia?.

 

¿A QUÉ SE NOS INVITA?: A ORAR POR EL DON Y LA TAREA DE LA COMUNIÓN:

OREMOS EN COMUNIÓN, para que nuestros servicios, ministerios, carismas, colores y diversidades reflejen ese «Cuerpo Uno y Plural» que es la Iglesia, como verdadera servidora y cauce del Reino.

OREMOS EN COMUNIÓN, para vivir desde la conciencia de “Ser Todos Uno para que el mundo crea».

OREMOS EN COMUNIÓN, por nuestra “CASA COMÚN»,  que amenaza ruinas y que nos grita ¡cuidadme!.

OREMOS EN COMUNIÓN, ante tanta división en la que a veces nos vivimos y ante tanto dolor y muerte.