RELATO DEL ORIGEN DE LA COMISIÓN DIOCESANA POR LA COMUNIÓN ECLESIAL EN LA ARCHIDIÓCESIS DE MADRID
I – Una gestación a fuego lento
Desde el nacimiento del grupo musical Brotes de Olivo en 1971 y la comunidad “Pueblo de Dios” en 1981, el Evangelio y la Comunión Eclesial ha sido siempre la pasión de esta Historia de historias. Se aterriza en Madrid en una Misión parroquial de un año de duración en 1998 en la parroquia de la Encarnación (San Blas) y luego desde el 2000 al 2003 animando diferentes misiones programadas por la diócesis en más de 15 parroquias (las denominadas Jornadas de Evangelización, bajo la responsabilidad del Vicario Episcopal D. Tomás Juárez García Gasco). Simultáneamente se van celebrando distintos encuentros con el trasfondo siempre de la comunión: “Noche y Arte en Oración”, encuentros de artistas cristianos, reflexiones eclesiales plurales, encuentros sobre la “casa para la comunión y la vida”, reuniones con responsables, provinciales y fundadores de diferentes comunidades, movimientos y congregaciones religiosas.
En los años 2012 y 2013 Vicente Morales (padre de los brotes) se reúne en diferentes ocasiones en Valencia con su arzobispo por aquel entonces D. Carlos Osoro.
En diciembre de 2013, en el puente de la Inmaculada, se celebra un encuentro sobre la comunión en el Raposo (Badajoz) con la presencia de diferentes realidades y carismas eclesiales, en la que participan también dos sacerdotes valencianos, Pablo Tos y Alberto Baltar, enviados directamente por su arzobispo D. Carlos Osoro y el teólogo claretiano José Cristo Rey García Paredes. Fue aquí donde nació el grupo “Ubuntu” por la Comunión, que dos años después envió una carta a D. Carlos (ya arzobispo de Madrid) para presentarle su inquietud, pasión y urgencia por la comunión. Se convoca una reunión el 25 de mayo de 2015 en la que D. Carlos propone celebrar un día entero de encuentro con él y con todas aquellas realidades inquietas por la comunión que veamos en la diócesis. Este encuentro tuvo lugar en el seminario diocesano el 6 de Julio de 2015 con más de 20 realidades eclesiales diferentes y al que asistió también el actual Vicario de Pastoral Social e Innovación D. José Luis Segovia. D. Carlos nos dijo aquel día: “Sois un grupo pequeño con un deseo muy grande de hacer verdad lo que es esencial para la Iglesia. ¿Cómo puede ser viable en la Iglesia realmente esta inquietud de comunión de Vicente y otros muchos?. El Papa dice que va a crear los misioneros de la misericordia sin límites, yo amplio esto, los misioneros de la misericordia y de la comunión universal y esto es obra de todos”. Puedes consultar, aquí la crónica de aquel encuentro en Alfa y Omega y la reflexión que hizo Manuel Mª Brú sobre el mismo, titulada «Un alma para la comunión».
II- Nacimiento y formación
Después de dos años de gestación y recorrido (2015-2017), con diferentes reuniones y encuentros impulsados por José L. Segovia y el grupo promotor Ubuntu, y simultaneado también con diferentes encuentros con D. Carlos en uno de los cuales, el 25 de Mayo de 2016, se le propone crear la Mesa por la Comunión.
El 5 de Julio de 2017 se celebra una reunión en el arzobispado en la que D. Carlos nos comunica su decisión de poner en marcha la Mesa por la Comunión para septiembre de 2017.
El 13 de Septiembre de 2017, José L. Segovia nos anuncia en nombre del cardenal la aprobación oficial de la Mesa por la Comunión, con la denominación de Comisión Diocesana por la Comunión Eclesial.
El 25 de Octubre de 2017 se celebra la reunión constituyente oficial de la Comisión Diocesana por la Comunión Eclesial, en un encuentro en el arzobispado con la presencia de D. Carlos y los diez miembros elegidos por aquel entonces (pertenecientes a diez realidades eclesiales diferentes).
Durante el curso 2017-2018, este espacio al servicio de la Comunión en la Iglesia de Madrid inicia su andadura, al tiempo que se van incorporando nuevos miembros pertenecientes a diferentes realidades eclesiales que le va confiriendo una mayor pluralidad y riqueza. Sin tener referencias de algo parecido en ninguna diócesis, comienzan una aventura conjunta como caminantes que van haciendo camino al andar, como nos decía el poeta, guiados solo por la fe y el Espíritu que los impulsa.
Algo nuevo está naciendo. ¿No lo notáis?